viernes, 13 de junio de 2014

TAST A LA RAMBLA (BARCELONA, DEL 12 AL 15 DE JUNIO DEL 2014)



Hace unas semanas leí en la prensa que se iba a celebrar en nuestras acogedoras Ramblas una feria gastronómica que contaría con la presencia de un buen número de los mejores (o por lo menos, los más prestigiosos) restaurantes y gastro-bares de Barcelona. Solo echar un vistazo a la lista de los participantes, ya se me cayeron los cojones al suelo: Gaig, Cafè Emma, Nectari, Cañete, Dos Palillos, Freixa Tradició... ¡Vaya dream-team, colega! Se lo comenté a mi señora y, como era de esperar, estuvo de acuerdo en acompañarme a tan suculenta cita.

Ayer, jueves 12 de junio, decidí -sin que sirva de precedente, ojo- llevarme la cámara para inmortalizar nuestra experiencia y, en un plazo máximo de 24 horas, subir la correspondiente entrada Pija, más que nada para que todos vosotros, miembros y miembras de la comunidad pija, sepáis de qué va esta movida y, en caso de duda, mováis el culo para allá o, por el contrario, os quedéis en casa o donde sea , que también es una opción muy respetable. Dicho esto, aquí comienza la primera entrada-exprés en la historia de Sois unos Pijos. Vamos a dar una vuelta por el Tast a la Rambla.

Las casetas

La feria está situada al final (o al principio, según cómo se mire) de las Ramblas, entre la estatua de Colón, el Centre d’Arts Santa Mònica y el Museo de cera. Si no vivís por la zona, podéis ir en metro, la parada Drassanes, de la la linea 3, la verde, os deja justo allá. 
Nada más subir las escaleras del suburbano, tenéis a mano derecha las taquillas y la zona de degustación. A la izquierda, las casetas de la feria propiamente dicha. En sentido ascendente, es decir, comenzando por Colón, encontraréis la primera carpa, dedicada en su parte inferior a las tapas y a los platillos y en la superior a la cocina tradicional. Unos metros más para arriba, está la otra gran caseta, con las propuestas dedicadas a la cocina de autor y las paradas de las pastelerías. Entre medias, están las casetas de bebidas (vino, cerveza, cava y... batidos de chocolate. ¿Perdón?) y en la terraza del Arts Santa Mònica, las paradas de los participantes en el primer concurso de tapas de Tast a la  Rambla (ya os adelanto que no fuimos, el tiempo y, sobre todo, el presupuesto, son limitados). Aquí podéis descargaros el mapa del recinto y la lista de tapas.

La primera, en la frente

Antes de entrar en materia, comentemos la cuestión económica. Es una feria caro-barata. Me explico: cada tapa vale 4,50 euros. Y si compras un pack de cuatro tickets, que vale 16 euros, cada tapa te sale por 4 euros. Por una parte, es barata por que te permite catar creaciones de unos cuantos cracks de nuestra gastronomía (en su inmensa mayoría, fabulosas) sin tener que dejarte un riñón en sus respectivos restaurantes. Pero por otro lado, es caro, pues algunas de las raciones son ridículas. Vuelve a ser barato cuando pensamos que, por 16 euros, comes tres platillos y un postre (o bien cuatro platillos) y te quedas bien, como es nuestro caso. Pero nuestro bolsillo se vuelve a quejar si sois como mi buen amigo Isaac, que necesitaría del orden de diez tickets (como mínimo) para salir bien servido. Dicho de otro modo: si os gusta probar cosas nuevas y que vuestro paladar salga de la rutina del tupper por la puerta grande, esta es vuestra feria. Si, por el contrario,  las palabras costellada y/o allioli, están en lo más alto de vuestro credo gastronómico, huid, no os gustará nada.

Mención especial merece lo de la bebida. A ver: birras, refrescos y agua a dos euros... bueno, no es que esté precisamente tirada, pero tampoco es un atraco a mano armada. Se puede consentir, esto es Barcelona y todo vale un riñón. Pero lo de cobrarte a parte -y de forma obligatoria, ojo- la copa de cristal -sí, amigos, repetimos COBRARTE A PARTE LA COPA DE CRISTAL- para beber vino y/o cava... eso es muy ruin. Qué coño... ¡es puro chantaje! ¿Quieres vino o cava? Paga la copa. ¿Que no quieres pagarla? Pues bébete una Coca-Cola, pringao. Luego no me extraña que los catalanes tengamos mala fama, joder. Seguro que los organizadores - el grupo GSR y la asociación Amics de la Rambla- saldrán con el cuento de que estos platos tan ricos merecen una bebida a la altura, la cual, claro, ha de servirse en un recipiente de cristal. No me jodas, Rafa: la comida y la cerveza las servís en recipientes desechables, así que no cuela. O todos moros o todos cristianos. Y ya no es por el importe de la copa -feísima, por cierto-, que vale 1,5 euros, es que son de esas cosas que tocan, con perdón, los huevos. Vaya saca-cuartos... Bien, después de estos breves instantes de desahogo, vamos a por lo realmente interesante, ¡la manduca!

The magnificent... ten!

Si los bolsillos de la pareja Pija por excelencia hubieran estado repletos de fajos de verdes como los que llevaba el ínclito Jesús Gil, hubiéramos visitado la feria las cuatro jornadas, pero como no es el caso, nos hemos conformado con venir dos días, jueves y viernes, ambos al mediodía. Imaginamos que por la tarde-noche, cuando la gente sale de trabajar, la cosa se animará, pero estos dos días apenas hemos encontrado colas. Supongo que a partir de esta noche -y ya no os cuento el fin de semana- la presencia de público se multiplicará por tres o por cuatro.

No voy a enumeraros todos los establecimientos participantes y/o sus propuestas -la lista, aquí- por que sería un rollo. Mejor que investiguéis, mola más. Y ahora sí, sin más dilación, vamos con los diez-magníficos-diez de los Pijos (entre paréntesis, el restaurante que lo cocina).




Mollete de pringá a la andaluza (Bar Cañete)

La del Cañete es una de las ausencias más injustificables de de Sois unos pijos. Merezco el insulto y el desprecio por parte de la comunidad pija por no haber dedicado jamás ni una mísera linea (¡ni siquiera una mención!) a este templo de la tapa y el platillo de qualité. En espera de que yo mismo le haga justicia, deciros que este mollete estaba de puro vicio, pero tenía un pequeño problema: que es minúsculo. Dos bocaos y fuera. Si tenemos en cuenta el tamaño, este es de los caros.


Arroz con pulpo y toque de patata con pimentón de la vera (Ca la Nuri)

Sin embargo, este es de los baratos. La foto engaña, es una ración generosa, suficiente. Y estaba delicioso. Y es que Ca la Nuri hace muy buenos arroces. No son los mejores de Barcelona, ni mucho menos, pero ahí están, dando la cara.


Bocadillo de ibérico con salsa de huevo (L’Eggs)

Disparidad de opiniones ante la propuesta del santuario avícola del gran Paco Pérez. A mi señora no le gustó nada, dice que era muy grasiento y que, además, su nombre llevaba a engaño, pues ella por ibérico entiende jamón, no carne de cerdo. Respecto a lo segundo, totalmente de acuerdo, pero respecto a lo primero... Yo prefiero calificarlo de potente. Es pequeño, pero teniendo en cuenta su alto contenido en proteínas, mejor así. A mi, por cierto, me encantó.


Mojito japonés (dos palillos)

Desde el día que vi en un programa de Canal Cocina en qué consistía la propuesta de Albert Raurich (ex-jefe de cocina del mítico Bulli), el dos palillos (así, en minúsculas) está  arriba del todo en nuestra lista de pendientes. Cocina de autor a medio camino entre Japón y Catalunya. Su propuesta consistía en un mojito que llevabaaa... ¡hostia, pues me he olvidado! Recuerdo una planta muy parecida a la menta, lima y un par de dados de sandía. Es igual, estaba espectacular, ideal para bajar el bocata del Eggs. De largo, nuestro favorito de toda la feria.


Sacher (Canal)

El postre del jueves fue una ración de una de mis tartas favoritas, la Sacher. Ya sabéis, chocolate negro por un tubo atravesado, en esta ocasión, por un par de capas de mermelada de frambuesa. Exquisito. No conocía esta pastelería. Habrá que visitarla un día de estos.


Salmorejo, anchoa ahumada y queso Rey Silo (Llamber)

Otro de nuestros hits de la muestra. Estaba delicioso. Mención a parte para el queso Rey Silo, asturiano, de vaca, muy cremoso. Gran-gran combinación.


Canelón tradicional con bechamel de trufa (Gaig)

Desde que supe quienes iban a ser los participantes, tuve muy claro que el famoso canelón de Carles Gaig iba a caer. Y cayó. Ración pequeña pero grande, ya me entendéis. Una auténtica delicatessen.


Mejillones con verduritas encurtidas y salmorejo texturizado (La taverna del Clínic)

Otro plato señalado en rojo en la lista pija. Al Pijo mayor le chiflan los mejillones. Y da fe de que este plato (de los caros, ración minúscula) justifica una visita a este local que conocía de varias reseñas en la prensa, todas muy positivas. Iré reservando mesa.


Taco Cat de butifarra desmenuzada (Cata 1.81)

Un gran colofón para la segunda y última jornada. Muy sencillo, una simple tortilla mexicana con butifarra desmenuzada, especiada y con un chorrito de salsa, nada picante. Después de esto, solo cabía el postre.


“Willy Tonka” (Oriol Balaguer)

Gracias a esta feria me he ahorrado una viaje a la parte alta de Barcelona para degustar los postres de esta figura de la repostería catalana. Una bomba-homenaje al gran Willy Wonka a base de chocolate, caramelo y demás sustancias jode-muelas. Muy-bueno, sí señor.



La crujida

La dolorosa -como dice mi gran amigo Oriol- subió, sumándolo todo, a los 45 ecus, es decir, 22,5 euros por barba. Visto a posteriori no me parece caro, la verdad, pero vuestra estimación dependerá de lo que ya comenté más arriba.

Recapitulando, podemos decir que ha sido una experiencia positiva, si bien la organización debería mejorar algunas cosas de cara a la próxima edición. Sin ánimo de ir de listos -que coño: sí que vamos:

- Estaría bien que pusieran sillas y/o bancos. Las degustaciones han de hacerse, por fuerza, de pie. A mi, personalmente, no me importa, pero habrá personas -sobre todo, la gente mayor- que no pueden estar de pie tanto rato.

- También estaría muy bien que pusieran más zonas de sombra. Si la zona de degustación está llena, puedes acabar desintegrándote por el calor.

- Lo de la copa de cristal. No más timos, por favor. Compren de plástico, en los chinos tienen. O pónganlas de cristal pero no las cobren.

- Los precios. Está muy bien lo de unificar precios para evitarse jaleos, pero no es justo que dos croquetas valgan lo mismo que un platito de arroz. Con dos tarifas sería suficiente. ¿Qué tal una a 3 euros y otra a 2? Solo es por decir, ¿eh?

En fin, si vais, ya nos contaréis. Recordad que acaba este domingo por la tarde. Los pijos esperan vuestro veredicto. Salut!


http://www.tastalarambla.cat/